Por extraño que parezca, esto es lo que la hace tan maravillosa, tan cambiante, tan atractiva para aquel que sabe apreciarla. Sólo depende de una cosa, y es en cierto modo paradójico: de el azar.
Pensar en la vida como un dado en tus manos no es una tontería. Sólo tienes que pensar en que tiene muchas, muchísimas más opciones que 6 simples números, y que con cada elección que haces te toca tirar y avanzar ( o incluso retroceder ) en el tablero.
Una palabra que sinceramente me parece preciosa, y que dicha en este contexto tiene mucho sentido : casualidad. El momento en el cual tiras el dado también juega un papel fundamental. Si juegas demasiado tarde, quién sabe, a lo mejor conoces a tu medio limón. O a lo mejor no.
Está claro que quien se aburre en esta vida es porque quiere.
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